Cuarenta completos
Me he pasado parte de mi vida adulta escuchando todo el tiempo que al momento de cumplir cuarenta años las cosas se empiezan a deteriorar, que una va de bajada, que se acaban las refacciones, que ya no se es joven, que ya nada vuelve a ser igual.
Hoy lo compruebo y lo celebro: Ni el tiempo, ni los brazos me son suficientes, siempre están llenos, la vista me comienza a fallar, pero veo tan claramente para mi interior, el metabolismo se ha vuelto más flojo, lejos estoy de mi peso ideal pero no hablo de los cuerpos ajenos, ya la pienso para pegar de brincos, la vejiga me traiciona y la ciática se empieza a manifestar, las canas hicieron acto de aparición, la gravedad ya hizo de las suyas y a la par he constatado que a pesar de estas nimiedades físicas, las cuestiones del alma y del corazón funcionan mucho mejor, soy profundamente compasiva , soy más flexible, simple, no me da miedo la vulnerabilidad, ni equivocarme, se confiar en mi, se mandar señales de ayuda, pedir perdón y otorgarlo también, dar las gracias, poner límites y expresar asertivamente lo que necesito, se transmitir lo que siento de una manera majestuosa, soy -creo yo- una excelente amiga. Se reconocer mis emociones, se qué o quién las detona para bien o para mal. Se hacerme las preguntas indicadas cuando aparecen grandes retos, se encontrar el regalo escondido al superarlos, se identificar mi infelicidad cuando aparece en noches oscuras, y he descubierto que puedo encender mi luz interior para iluminar hasta la mas escalofriante caverna personal, se moverme del lugar que me incomoda y se escoger siempre el camino del amor para volver a encontrar el propósito de mi existencia, se defender a quienes amo, se alejarme de gente y también se acercarme más a quién sé que me hace crecer. He aprendido a no hacer la guerra conmigo misma por nada, por nadie, he aprendido a elegir la paz en vez de tener la razón. Me he sentido querida, bendecida y favorita de dios. Siempre tuve cerca a mi abuela, hoy a mi mamá y no hay mayor privilegio que ese a mi nueva edad. Se que no solo yo merezco celebrar mi vida que es una hazaña, si no también mi madre -la verdadera reina maga- que fue mi nave de transporte a este mundo hace cuatro décadas, se que ella fue la proveedora de mi nombre, de su tiempo, de su creatividad, de su incansable energía y la cantidad de trucos y sorpresas bajo su manga que siguen sin acabarse para sus nietos. Lo se ahora porque ya soy mamá y pienso ser una muy parecida a ella.
Y por eso estoy profundamente agradecida, no todo el mundo se levanta a cazar amaneceres en su cumpleaños como yo.
Al lado del hombre que elijo a diario, con un niño de dos y medio arriba, unos cuates de cuatro y medio encima, todos tan saludables y yo sintiéndome tan adolorida pero tan llena:
de 40 COMPLETOS.
🥰💫👏👏
ResponderEliminarLlore! Que bonito
ResponderEliminarHermoso! Y me siento tan identificada, este año tmb cumplo 40, y se siente bien ya no estar tan pendeja. 🙊🙊🙊 lo digo por mi 😅
ResponderEliminarTan tú, tan yo, tan todas las mujeres que hemos elegido maternar y abrazar nuestra edad con sabiduría! (Aunque “en veces” se vuelve uno a perder en el camino) 😅
ResponderEliminar