“La amistad se cultiva”

-“Los rodeos están felices porque salieron los girasoles” -me grita mi gordo en cuánto salimos al jardín. 

Me da un gusto enorme, son muchos, los sembramos en el cumpleaños del que es a sus escasos 3 años el mejor amigo de mis niños. Lo quieren como un hermano más y viven hermosamente confundidos quizá porqué desde que nació yo sentí que al salir del cuerpo de mi mejor amiga él pasaba a ser un poco mío también. 

A finales de abril abrimos el sobre de semillas que compré en el super para celebrarlo, y casi tres meses después empiezan ya a brotar estos pequeños gigantes que traen su encanto entre pétalo y pétalo, pues les vienen a mostrar a mis hijos la belleza de la paciencia, de regar con amor y el cuidado a la naturaleza deshierbando religiosamente. Y a mi, a mi me vienen a recordar la increíble hazaña de la amistad que ahora veo tan semejante a la vida de estas flores.

Los gira-soles curiosamente siempre se despiertan buscando ver al sol para seguirlo incondicionalmente como agujas del reloj.

Durante los días nublados los girasoles siguen despertando, no se marchitan, pero al no encontrar a su astro favorito dicen algunos que se voltean a ver entre ellos para sobrevivir, compartiendo su fulgor, su calidez y su energía. 

A sembrar enseño a mis hijos y no me queda más que mostrarles como ser buenos amigos y desearles sobre todas las cosas que sepan cultivar amistades como las que yo he tenido la fortuna de recoger en esta vida, girasoles que me han señalado el camino cuando yo no podía verlo, flores que me han sanado y guiado hacia la luz cuando he creído que no existía una salida, faroles naturales que se han apagado conmigo y florecido otra vez la siguiente primavera.

Les deseo a los cuatro que su corazón y su alma sean luminarias que irradien resplandor, les llenen de calidez  y que cuando las inevitables tinieblas les lleguen a la vida y sientan miedo de no tener al sol y de no poder brillar les deseo que siempre se tengan los unos a los otros, que cuenten con una huerta de hermosos girasoles y que los acompañen hasta la eternidad bailando en busca de su luz.