Sobre lo poco que se

Mis habichuelas mágicas y mi garbanzo de a libra: 


Quisiera enseñarles todo lo necesario e indispensable para caminar sin miedo por cualquier sendero que el destino les tenga preparado, pero el mío tampoco lo he terminado de recorrer, ni de descubrir completamente todavía, lo único que puedo asegurarles es que el paisaje cambia constantemente, que a veces es difícil de entender pero que hay que conservar la fe, esa prueba y evidencia invisible de que hay algo divino detrás de todo lo que nos empuja a crecer, a seguir y que se siente en la piel cuando se enchina. Lo que si quisiera es agradecer el privilegio de conservar a su abba tan cerquita de mi, de ustedes, y con ella poderlos acompañar día a día a atestiguar lo que la vida se encargará de revelarles, yo solo puedo adelantarles mis chiquitos lo que me consta y lo que mi mamá me ha inculcado: que los cuentos de hadas y la magia SI existen, solo que la princesa y los príncipes son ustedes y la bruja, los villanos y los dragones también y que los angeles también tienen cuernos y todos vuelan, queman, aman, sanan o lastiman si han sufrido. Que desde la hormiga más diminuta hasta el árbol más impetuoso merecen respeto y que cada atardecer y amanecer por su belleza o neblina deben ser honrados como un recordatorio de algo más grande, inmenso y majestuoso que todos. Que lo que les va a dar miedo en el futuro no yace en la oscuridad, ni en las alturas, ni en los rayos, ni en los truenos, ni en mi ausencia, ni en el qué-dirán, si no muy pero muy adentro de ustedes, en un lugar remoto y entelarañado, y que si se animan a echarse un clavado y se disponen a navegar en las profundidades de lo que más les duele, les lastima o les acompleja aprenderán a conocerse realmente, a cuestionarse los porqués, a observarse con compasión, a animarse a cambiar, a mediar, a espejearse en los otros, a quererse completamente con todos sus defectos, a perdonarse, a transformarse y descubrirán mis niños, que ustedes no son solo cúmulos de errores, fracasos, temores y fallas, también son luz, espíritus perfectos, virtudes, valor, fortaleza, energía y mucho, mucho amor. Qué mas quisiera yo que ahorrarles cualquier sufrimiento mis cielos, pero confíen que siguiéndolo, atravesándolo y venciéndolo forjarán algo muy importante que fortalecerá su carácter, su personalidad y su testimonio que impactará otras vidas, sus sueños, su pasión por seguir viviendo y la certeza de que TODO LO PUEDEN. Les quiero aclarar que está bien sentir todo lo que sienten, llorar de tristeza o felicidad, reírse, frustrarse, enojarse, sorprenderse o asustarse -y que me llena de orgullo que a su corta edad puedan expresarlo-,  pero que no siempre está bien pensar todo lo que piensan, la mente es la traicionera del cuento,  no la escuchen si les hace daño, nunca va a parar, aléjense un poco, véanla desde otra perspectiva y dejen que el silencio, la tranquilidad, la serenidad, la oración, la meditación y la paz sean sus balanzas, sus termómetros, sus mejores instrumentos para medirse y si algo sigue mal no duden jamás ni sientan pena por pedir una ayuda tan necesaria. La hay ahora para todo. Escojan bien a sus amigos, a sus amores, no teman despedirse, ni dejar a los que ya no los pueden acompañar en su camino, duele, procuren ser agradecidos pero firmes, díganles adios, aprendan lo que han venido a enseñarles y avanzarán a etapas mejores con nuevos o viejos maestros y compañeros que se quedarán para siempre y les mostrarán mil y un maneras más de pensar y de sentir, de reinventarse y re escribir su historia, se vale. La vida siempre, siempre, siempre mejora. SE LOS JURO. Su plan aquí es perfecto, créanlo desde el fondo de su alma sabia. Salgan al mundo armados de alegría y pasión por la vida mis corazones, queriéndose mucho, sabiendo que todo en este planeta los ama y que expresando lo que sienten, viviendo con valentía, coraje, esfuerzo, humildad, una sonrisa auténtica y la seguridad de que mamá los adora, pueden escalar cualquier montaña, salir de cualquier hoyo y sobreponerse de cualquier caída. No olviden nunca al despertar agradecer que están vivos y que nomás con eso ya la llevan de ganar diariamente.


Gracias por enseñarme que los miedos no se van, pero se pueden aplastar y que me quieren también cuando estoy enferma, enojada, cansada o triste. 






Comentarios

Entradas populares